Hacia el interior de mi ser: Historias afrodescendientes
Conozca a Ilka Hadden Cole y su historia como devota cristiana afrodescendiente en Costa Rica.
Mi nombre es Ilka Hadden Cole. Soy una mujer emprendedora y afrodescendiente. Soy oriunda y residente del cantón Central de Limón, lugar que me vio nacer, crecer y me permite viajar al interior de mi ser.
Hija de un matrimonio devotamente cristiano, cometidos a servir y honrar a Dios; así como guiar a cuanta alma pudiese influenciar con sus actos de servicio y de bondad.
La mía ha sido una existencia sumamente vivida, transcurrida y repleta de lecciones. Algunas de ellas dolorosas, pero estoy sumamente agradecida por lo que he vivido. Pero también he tenido muchos momentos que mi alma ha rebozado de alegría.
Algunas de las vivencias mas impactantes de mi vida, son esas ligadas al mismo acto de concebir, dar a luz, cuidar y criar otra vida. Todo lo que conlleva, ademas del impacto físico; el aspecto espiritual. La parte donde sientes que una parte de tu alma es parte ahora de este pequeño ser. Ese trozo de alma que nunca podrá regresar; pero que ya no te importa porque sabes que este pequeño lo va a llenar.
Esto genera un cambio en mi vida, que sé que es para siempre. Me hace más consiente del ejemplo que ahora me ha tocado dar. Es un despertar y adquiero conciencia del granito de arena que a la vida me corresponde aportar.
Experimenté cambios físicos. Me sentí triste, sola y confundida, pero justo ahí fue cuando Dios y la vida, me dieron ese gran regalo.
Conocí después el mundo de las vaporizaciones vaginales y con esto inicia el cortejo de mi relación con las plantas medicinales. Experimenté todos los beneficios que podían aportar y me enamoré de esas vivencias.
Pero esa travesía implicaba mucho más de lo que yo sabía Jamás imaginaba lo que estaba por venir y para captar mi total atención, la vida me despojó de todo lo que tenia, o al menos eso parecía al inicio.
“Tomé un día la decisión y el compromiso de sacar a relucir la mejor versión de mí”
Pronto comprendí lo que la vida realmente hacía: cortaba aquellos árboles que aunque daban frutos, casi no tenían raíz y no provenían de buena semilla.
Entre posesiones materiales, lugares, personas y falsas comodidades; lo que me causó un dolor inimaginable fue la pérdida de mi padre. Para mí no hubo hombre más admirable que él. En medio de mi dolor y frustración, su propia historia y trayectoria me dieron la inspiración que necesitaba para seguir su ejemplo y superarme.
También debo reconocer y sumar los esfuerzos y dedicación de la mujer que se ha ganado todo mi reconocimiento. Siempre me admiro de cómo ella logra realizarlo todo con tanta devoción. ¡Mi madre: no hay mejor guía que una mujer que desempeña todos sus roles con tanta decisión, amor y alegría!
La vida me ha enseñado que mucho más valioso es dar que aquello que podamos acumular. Esta principio me hace viajar al interior de mi ser y me permite conocer mi potencial y todo lo que tengo para ofrecer.
Tomé un día la decisión y el compromiso de sacar a relucir la mejor versión de mí. Aspiro a ser parte del cambio que deseo ver, continuar desempeñando un rol activo en la promoción de la salud y el bienestar de la mujer.
Aunque no es algo que he experimentado con regularidad, es imposible escapar a la discriminación. Por mi peinado (dreadlocks) y el color de mi piel, sabían que para cualquier requisa policial sería a mí a quien iban a escoger.
Para luchar contra el odio y la discriminación necesitamos amarnos los unos a los otros y tratar los demás como nos gustaría ser tratados. No juzgar a nadie y vivir en amor tal cual fue la enseñanza de Cristo, el Rey de toda la Creación.
Más que por mi pasado quiero ser recordada por mi legado. Como una mujer que en lugar de esconder su realidad, utiliza sus experiencias para ayudar a otras a alcanzar la sanidad.
Texto: Ilka Hadden
Fotografías: Angeleska Drummond
Descargar el libro aquí para conocer más historias como la de Ilka Hadden.