Un león suelto en Limón: Historias afrodescendientes
Conozca a Kendall Cayasso Dixon y su historia sobre ser afrodescendiente en Costa Rica.
Soy Kendall Cayasso Dixon. Vengo del Caribe de Costa Rica, Puerto Limón. Nací al final de los setenta de un matrimonio conformado por Richard Rudolf Cayasso Carter y Marva Yolanda Dixon Dixon
Estoy orgulloso de mis raíces ancestrales afrocostarricenses ya que han sido el resultado del linaje de mis abuelos paternos que llegaron a Costa Rica desde la Costa Caribe de Nicaragua y mis abuelos maternos nacidos en Costa Rica, pero también por este lado del árbol genealógico hay muchísima influencia ancestral afro panameña. Mis tías, tíos, primas, varios viven allá, un resultado del constante vaivén que realizaban mis abuelos entre Puerto Limón y Almirante.
Aparte de los 9 años que trabajé en la capital, me ha tocado la dicha de vivir gran parte de mi tiempo en el Caribe, en Limón centro, “di Town as we call it”. Acá he estado en un constante contacto con el espíritu de mi comunidad: los ochentas y los noventas para mí fueron lo máximo. En este tiempo aprendí de arte, de cultura, de mi herencia.
Muchas personas ayudaron a mis padres a educarme, a instruir en mi valores como el respeto, trabajo duro pero sobre todo, me aconsejaron desde muy pequeño a amar mi herencia africana, así he podido aprender mucho más de ella. Soy eternamente agradecido por personas como Mrs. Joycelyn Sawyers Royal, Mrs. Prudence Bellamy, Mr. Alfred Henry Smith “King”, Mr. Silvester Cunningham, Mr. Delroy Barton padre e hijo, Mrs. Eulalia Bernard, Mrs. Martha Johnson, Don Oscar “El Sabroso” Sequeira. Todos ustedes ayudaron a través de su ejemplo y sabio consejo a que pudiera desarrollar aptitudes, acumular conocimiento y masterizar habilidades necesarias para desarrollar un estilo de vida el cual girara en torno a mi identidad cultural africana.
“Hasta que los leones no escribamos nuestra propia historia, el cazador seguirá siendo el héroe de la película”
Las dificultades siempre han sido algo presente a lo largo de mi vida. ¿Y a quién no? Vieras que en su momento, en varias conversaciones hemos coincidido mi madre, mi hermano y yo que, si llegáramos a comparar nuestras vidas con un juego de video, siempre hemos tenido que jugar en el nivel más fuerte, tipo experto, hard, como quieran llamarlo.
¡Cómo nos ha costado lograr nuestras metas! Hemos fracasado una y otra vez, pero una cosa sí he de entender: la satisfacción del deber cumplido o la meta lograda es máxima cuando no te das por vencido y hasta el sol de hoy no hemos dejado de caminar hacia adelante, hacia un mejor mañana y lo vamos logrando poco a poco.
Nada se compara a poder lograr lo que te propones, con todas las dificultades que salgan en el camino. Eso ha sido mi vida, prueba tras prueba, cansado, a veces desesperado tratando de controlar mis ansiedades pero sin desenfocarme del objetivo final. Trabajo duro y honesto además de rodearme de gente valiosa que cree en lo que soy, ha sido la fórmula perfecta.
Mis anhelos y esperanzas giran en torno a un mejor Limón, con más oportunidades para crecer, emprender, desarrollar económica y socialmente. Quiero una Costa Rica más equitativa y menos clasista -por lo menos dejarla muchísimo menos racista de lo que me la he encontré-. Anhelo ver a mis hijas triunfar en sus vidas, recogiendo los frutos del trabajo de su padre en nuestra comunidad. Procurarles un futuro menos difícil es mi meta, así como lo hicieron mi mamá y mi papá conmigo.
¿Qué si me he sentido discriminado? Eso ha sido "el pan de cada día" de gran parte de mi caminar por diferentes rincones de Costa Rica. Lo combato con sabiduría, educación y sobretodo con la acción. Lo combato con el ejemplo a seguir de mis ancestros, impactado de manera positiva a las demás personas con mi propio ejemplo. A través de la vida, cuando la cima se hace más empinada, siempre encuentro una forma mucho más innovadora para impactar más y más con mi mensaje.
Una vez fue con un experimento social organizado por ONU, hoy en día con mi propio programa de televisión, el primero en Costa Rica el cual es producido, dirigido y conducido por afrocostarricenses con el objetivo de contar y documentar nuestra propia historia. Un peldaño más alcanzado para toda una comunidad que sigue creyendo en mí, que sigue creyendo en lo nuestro, que sigue creyendo que el cambio empieza por uno mismo.
Sinceramente quisiera ser recordado como un ser humano que fue valioso para el mundo. Quiero dejar un camino trazado para que los que vienen puedan seguirlo más allá del sol.
Ser alguien que inspire a las nuevas generaciones a luchar por lo suyo y que los niños afrocostarricenses se vean reflejados en mí como un modelo positivo a seguir y que con mis acciones se den cuenta que el cielo es el límite.
Ayudar a entender que todo lo que te propongas se cumple con trabajo duro, disciplina y un equipo de trabajo al lado, porque lo que he logrado en esta hermosa travesía no lo he hecho solo.
La inspiración viene desde lo más alto, la motivación desde el fondo de mi ser y el trabajo a la par de personas valiosas que confían en mí, que entienden de lo que soy capaz y me apoyan al máximo en las ideas que se me ocurren todos los días.
Para ellos, mi total admiración y agradecimiento. Espero sigamos juntos por más aventuras.
"Hasta que los leones no escribamos nuestra propia historia, el cazador seguirá siendo el héroe de la película"
Texto: Kendall Cayasso Dixon
Fotografías: Angeleska Drummond
Descargar el libro aquí para conocer más historias como la de Kendall Cayasso Dixon.