A cinco años del asesinato del líder indígena Sergio Rojas ONU hace un llamado para que el caso no quede impune y se avance en el reconocimiento de los derechos de pueblos indígenas

San José, 18 de marzo de 2024. El Sistema de las Naciones Unidas lamenta que a cinco años del asesinato del líder indígena Sergio Rojas, 

bribri del clan Uniwak, todavía no se haya logrado llevar ante la justicia a las personas responsables y lograr una condenatoria.

Retomar la investigación 

La ONU expresa su solidaridad con su familia, su comunidad, los pueblos indígenas del país y con toda la sociedad costarricense. Asimismo considera relevante y urgente que se activen  los mecanismos legales necesarios para que las investigaciones sigan con la mayor prontitud y evitar así la impunidad. 

La ONU reconoce los esfuerzos del Poder Judicial en la elaboración de la política de acceso a la justicia y del Gobierno en el establecimiento de una mesa técnica y destaca la urgencia en definir mecanismo de protección de personas defensoras de Derechos Humanos

Naciones Unidas recuerda el llamado que hicieron los expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU  en el que urgieron a las autoridades costarricenses a “identificar a los autores materiales e intelectuales de este grave delito y llevarlos ante la justicia, de acuerdo con la ley”. 

También recuerda lo indicado por el Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Francisco Calí Tzai  en el informe de su visita al país en el que refiere la urgencia de “establecer un mecanismo efectivo y culturalmente relevante para la protección de las personas defensoras de los derechos humanos”, así como profundizar la restitución de tierras a los pueblos indígenas, y con ello evitar la tensión social en los distintos territorios.

Atender el caso de China Kichá

El Sistema de las Naciones Unidas solicita también al Estado costarricense fortalecer las medidas de protección a la población cabécar en  el territorio indígena de China Kichá, ante la reciente ola de  incendios provocados, que  ponen en grave peligro la vida y los bienes de esta comunidad. 

Naciones Unidas solicita a las autoridades, tomar las medidas que estén a su alcance para investigar a profundidad estos hechos, y garantizar la seguridad de las personas de la comunidad y su patrimonio ancestral.