Vivir la integración
Esta iniciativa promueve la empleabilidad y el emprendimiento entre las personas refugiadas y solicitantes de refugio.
Vivir la Integración es una iniciativa del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, Fundación Mujer, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el sector empresarial para fomentar la integración económica de las personas refugiadas y solicitantes de dicha condición en la sociedad costarricense. El programa también recibe apoyo de la Cámara de Industrias, la Cámara de Comercio y la Cámara de Comercio Diversa, entre otras organizaciones.
Desde el 2014, esta alianza público-privada ha impulsado diferentes esfuerzos para promover la empleabilidad y el emprendimiento entre las personas refugiadas y solicitantes de refugio, así como para sensibilizar al sector privado y las instituciones públicas sobre la inclusión económica y los derechos de esta población. Actualmente, Vivir la Integración enfoca la colocación laboral en las necesidades del mercado, a través de la participación periódica de empresas aliadas en la definición de las necesidades de capacitación en función de sus demandas.
El programa fue declarado como de interés público y actualmente cuenta con la participación activa de 100 empresas nacionales y transnacionales. Desde el 2018 hasta mediados del presente año, se han graduado de programas de formación técnica vocacional 180 personas, 220 del modelo de negocios bajo la metodología “Canvas” y se han capacitado 1.714 en cursos básicos sobre integración económica y social al país. En ese mismo periodo, se han realizado 6 ferias de empleo, tres ferias de emprendimiento, cuatro encuestas del mercado laboral enfocadas y 391 personas han conseguido un empleo gracias al trabajo articulado de las instancias participantes en el programa Vivir la Integración.
HISTORIA: AYUDANDO A LAS PERSONAS REFUGIADAS A PROSPERAR EN COSTA RICA
Originaria de Venezuela, Julissa es parte del creciente número de refugiados y solicitantes de asilo emprendedores que tiene una oportunidad de comenzar de nuevo en Costa Rica, un pequeño país con una larga tradición de acogida a personas en necesidad protección internacional. Con la ayuda de la ONG Fundación Mujer, la mujer de 32 años compitió recientemente en el Segundo Festival Gastronómico Intégrate al Sabor, copatrocinado por el ACNUR. Ella ganó un codiciado puesto en un evento para promover pequeñas y medianas empresas, todo mientras hacía malabarismos para cuidar a su enérgica niña de dos años.
Su pasión por la cocina comenzó en su hogar en Margarita, una pequeña y popular isla en la costa caribe de Venezuela, donde estudió turismo y hotelería. Su negocio de pastelería despegó en 2016, a pesar de la hiperinflación, la escasez generalizada y la inestabilidad. Debido a la escasez de suministros, tuvo que comprar huevos, harina y otros suministros en el mercado negro para mantenerse al día con la demanda, lo que provocó que cayera frente a las autoridades.
Julissa y su familia huyeron, llevando consigo únicamente lo esencial: ropa y utensilios de cocina. Ella traía una batidora de mano y moldes para galletas con la forma de Mickey Mouse, sabiendo que siempre y cuando pudiera hornear, lograría tener éxito en Costa Rica. “Si podía lograrlo en Venezuela, podía lograrlo en cualquier otro lugar”, dice ella.
A través del programa de Vivir la Integración, desarrollado por ACNUR en colaboración con el Ministerio de Trabajo, las personas refugiadas y solicitantes de asilo también pueden recibir capacitación ocupacional, acceso a empleo justo y apoyo para establecer sus negocios propios.
INICIATIVA EN COLABORACIÓN CON: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Fundación Mujer.